La UCR decide si vuelven sus hijos pródigos

Ayer, fue la primera jornada de la Convención Nacional, en donde quedó reflejada una postura de acuerdo sobre la necesidad de una apertura del partido para el regreso de los disidentes pero que, a la vez, intensificó diferencias sobre la posibilidad de una reforma de la Carta Orgánica.
El cónclave en el teatro Milac Navira de la ciudad serrana comenzó recién a las 18 -con cuatro horas de retraso-, luego de un día cargado de negociaciones cruzadas entre el oficialismo partidario de Gerardo Morales y el alfonsinismo bonaerense y porteño, que se constituyó en la principal oposición de la cúpula partidaria.
Según explicó a diariohoy.net el titular del radicalismo bonaerense, Daniel Salvador, “se retrasó el inicio porque están debatiendo algunos puntos centrales para llegar a la Convención con acuerdos y no con dudas”. En ese sentido, aclaró que “se definieron detalles de último momento, como los integrantes de la mesa, la conducción de la Convención y cuestiones puntuales vinculadas con las características del documento” de reforma de la Carta Orgánica, contó Salvador.
Por su parte, antes de ser elegido formalmente como presidente de la Convención en lugar de Adolfo Stubrin, el ex senador nacional Hipólito Solari Yrigoyen dijo a Hoy que tomó con mucha alegría el nombramiento porque “las delegaciones prácticamente me eligieron en un consenso casi total”.
Desde los dos sectores opuestos coincidieron en ratificar la voluntad de deshacer la política de sanciones que dejó afuera a muchos dirigentes disidentes para intentar pluralizar la estructura radical, pero aún no queda claro qué actitud tomarán respecto al vicepresidente Julio Cobos. Es que los alfonsinistas se han convertido en férreos defensores de la figura de Cobos, con el argumento de que es uno de los radicales con mejor imagen que se proyecta como presidenciable para 2011 pero el Comité Nacional amenaza con dejarlo al margen.
Por su parte, Morales volvió a expresar su negativa hacia el retorno de Cobos, al advertir que “no podemos tener radicales en el Gobierno”, pese a la “gran convocatoria” que hizo a quienes tengan vocación de respetar los mandatos partidarios, que hoy apuntan a la oposición e independencia del Gobierno nacional.
También adelantó que podrían levantarse las sanciones a algunos distritos en abril. Un importante gesto en ese sentido fue la presencia del senador cobista Pablo Verani, uno de los máximos interlocutores entre el grupo de los aliados del vicepresidente y su par legislativo Morales, con quien mantiene un asiduo contacto.
En la apertura del cónclave, se hicieron presentes los principales dirigentes de la fuerza y asistió como invitado especial el presidente del Partido Socialista, Rubén Giustiniani, en un gesto de amistad partidaria que repite la experiencia de la convención de Rosario en 2006. Para reforzar la postura opositora, también fueron invitados miembros de las organizaciones que integran la mesa de enlace del campo, justo en medio de un nuevo paro.

DIARIO HOY